viernes, 18 de marzo de 2011


Así que el padre Cristian me llevó a un convento y allí me estuvieron educando. Aprendí a coser, cantar, cocinar y a leer. También me mostraron el amor hacia Dios pero no lo veo algo incomprensible e ilógico puesto que por mas que me lo intentaban mostrar, yo nunca lo encontré. Al final, acababa afirmando con la cabeza a todo lo que me decían relacionado con ese tema.

A los diez años empecé a tener problemas con las monjas. Decían que era una chica extraña y me empezaron a llevar a psicólogos, psiquiatras...La cosa llegó tan lejos que gasta me llevaron a exorcistas y todo por mi manera de ser y de pensar. No consiguieron sacar nada en claro en dos años y me acabaron trayendo aquí, donde estoy ahora: una especie de hospital psiquiátrico en el que no puedes salir de tu habitación a no ser que te quieras comunicar con las chicas de tu edad, las cuales están verdaderamente locas y lo demuestras tirándose al suelo, gritando y diciendo cosas sin sentido. Por eso preferí encerrarme en el cuarto y pensar en todo.

Bueno, se va haciendo tarde y creo que ha llegado el momento: voy a enfrentarme con el Kantigón.

jueves, 17 de marzo de 2011


Cuando mi madre murió fue mi padre quien se encargó de mí, aunque eso podría ponerse entre comillas. Era un alcohólico obsesionado con el fútbol y las mujeres. Recuerdo que en mi infancia cada día había una mujer distinta en casa, por lo que sólo recuerdo el nombre de dos de ellas: Vanessa y Rita.

Yo nunca le gusté a mi padre así que a los cinco años decidió abandonarme llevándome a la iglesia y dejándome allí sola habiéndome dicho antes que se iba al baño y que le esperara fuera. Estuve esperando casi cinco horas hasta que fui al Padre Cristian y se lo conté. Él, muy amablemente fue a buscar a mi padre pero para nuestra sorpresa, había desaparecido y no estaba en la ciudad. Ese día fue el último que vi a mi padre.

domingo, 13 de marzo de 2011


Cuando nací era pequeña y muy gordita, todos me decían que era adorable. Por suerte o por desgracia soy de las pocas personas que recuerdan el momento de su nacimiento. Fue la única vez que vi a mi madre, cuando me cogió en sus brazos, me dio un beso en la frente y me dijo que desde que supo que iba a tenerme me quiso.

Tras esto se echó a llorar, se la veía muy triste. Me dio de mamar y me volvió a coger en brazos. De repente, caí entre sus piernas y vi cómo murió, cómo su rostro se apagó y dejó de brillar mientras que sus pequeños ojos iban derramando alguna que otra lágrima.

En ese momento, yo no entendía nada pero ahora entiendo perfectamente por qué esas imágenes se me quedaron grabadas en la mente y por qué siempre que las recordaba me echaba a llorar, justo como en estos momentos. Aunque no sepa qué viene tras la muerte, siempre he tenido la esperanza de que cuando muuriera podría estar con ella así que eso es lo que me mantiene feliz hoy al pensar que puedo morir.

viernes, 11 de marzo de 2011


Ervin lo ha hecho, ha luchado con un Kantigón y ha muerto. Todo iba bien hasta que el Kantigón se quedó mirándole fijamente, lo que hizo que se desconcentrara y que el Kantigón se lo comiera.

Ervin era uno de los mejores amigos de mi sueño. Era un elfo. Ahora la que quiere morir soy yo, me siento fatal. Ha muerto por mi culpa y encima ahora ¡el que se quiere enfrentar al Kantigón es mi sueño! ¡No puedo dejar que esto ocurra, así que asumiré esto y me enfrentaré yo misma con ese Kantigón! Deseadme suerte porque la voy a necesitar. Pienso ir justo en estos momentos. Si no sobrevivo, estas serán mis últimas palabras así que he de pensar y escribir todos los momentos de mi vida, tanto los felices como los infelices.


jueves, 10 de marzo de 2011


Le volví a ver. Es absolutamente y perfectamente perfecto y no hay otro ser como él. Con él siento que lo tengo todo. Además me está ayudando con el asunto de la caja y les ha dicho a todos sus amigos elfos que me ayuden, ya que ellos si comen hojas Kantra consiguen descubrir una verdad, la que ellos quieran. Lo malo es que para conseguir una de estas hojas deben luchar con los llamados Kantigones, unos gigantes amorosos con boca de perro que se tragan todo lo que puedan y quieran. Con sólo desearlo, consiguen elevar aquello que quieren comer y así, que llegue a sus bocas. La única forma de vencerles es siento psicológicamente más fuertes que ellos mismos y no pensar que te pueden comer; ni siquiera puedes pensar en ellos ni tener miedo, pues si lo haces estás perdido y ellos conseguirán dominar tu mente adentrándose en ella y haciendo lo que quieran con ella sin que puedas remediarlo, por ello pueden conseguir que los cuerpos se eleven y que así lleguen a sus bocas, ya que los Kantigones provocan un deseo inmenso en las mentes que son ''sumisas'' y sólo se puede derrotar a estos deseos pensando en otra cosa que no sean los Kantigones.

Así que no quiero que los elfos luchen contra tales seres, es muy peligroso y, evidentemente, tampoco tengo gran deseo de poner el peligro la vida del dueño de mis sueños.

miércoles, 9 de marzo de 2011



Todo se ha derrumbado excepto ese sueño. Hoy me volvieron a llevar a confesar y cuando volví ya no estaba la caja, ¡se la han llevado!

Mientras iba a confesar, entraron en mi cuarto ''las señoras de la limpieza'' y estuvieron registrando todos los cajones. Lo sé porque el conjunto de calcetines de rayas moradas y negras ha aparecido en el tercer cajón cuando yo siempre los dejo en el primero por el hecho de que el morado es mi color favorito.

Pregunté dónde se la habían llevado pero me dijeron que no habían cogido nada de mi habitación. Cada vez mi vida me recuerda más a la corrupción que existe tras los políticos y sus estúpidos debates.

En fin...no importa. Siguen sin poder robarme los sueños y la imaginación, que es lo que verdaderamente importa. Ahora lo que me aterra es lo que me puedan hacer al haberme robado la caja y su gran tesoro.

domingo, 6 de marzo de 2011


Además se podía ver a bailarines, cantantes y actores por todas partes además de novelistas famosos. Era todo tan bohemio, era mi forma de vida perfecta. No había consumismo ni avances científicos estúpidos.

A los animales se les respetaba y no había coches, motos ni nada de eso. No existían las guerras ni los políticos que las provocan. Nada. Era un mundo de amor, paz, libertad en el que no había malos pensamientos pese a que unas personas se llevaran mal con otras. Éramos personas y seres puros que sólo pensaban en ser felices ya que allí todos están acostumbrados a serlo. Por eso he decidido quedarme a vivir allí, porque allí me siento identificada con ellos y además desde que llegué me han estado tratando de un modo genial y siento como que me conocen desde hace mucho tiempo.

Así que, he decidido vivir esa vida y no la que tengo. Vivir en sueños y no en esta falsa realidad que está llena de mentiras. He decidido vivir en deseos a vivir en feos pensamientos y por supuesto, he decidido el amor al odio y la niñez a la vejez.

sábado, 5 de marzo de 2011


¡Ha aparecido la caja otra vez!
No he vuelto a percibir esos olores extraños del principio pero ha aparecido y, lo mejor de todo, es que contiene aún el tesoro. Venía con un mensaje dentro: ''confíamos en que tú la guardarás mejor que nosotros. Un saludo, nosotros''. Bueno, ¿tendrá esto algo que ver con que ahora me siento una persona más responsable? Al fin y al cabo, me siento también más mayor aunque más joven que hace unos días cuando me quería suicidar, evidentemente.

Volví a verle. Esta vez no me dijo esas palabras mágicas, pero estuvo conmigo en todo momento y eso me hizo sentirme como una quinceañera enamorada (o así es como se suele decir que te sientes cuando estas con ese alguien tan especial). He de decir que el lugar en el que transcurría todo era como una especie de paraíso con el arco iris gigante y había seres extraños como hadas y elfos y eso me encantaba.

Era todo demasiado perfecto y no quiero decir que era demasiado perfecto como para ser real porque la realidad no existe, sólo existen los sueños.

viernes, 4 de marzo de 2011


Y pensar que todo esto tiene que ver con aquel ''te quiero''. Era algo que siempre había soñado y nunca pensé que lo iba a recibir siendo una mariposa. Lo importante es eso, que lo he recibido y por eso me siento tan viva. Ahora nada me hundirá. Sé que podré volver a soñar con ello siempre que quiera y, que además, me queda la imaginación que desde mi punto de vista, es uno de los mejores regalos que le pudieron hacer al ser humano. Con ella, podemos ser lo que queramos, actuar como queramos, vivir como queramos y sentirnos como queramos por lo que, se la podría considerar el mejor amigo del hombre y de la mujer al igual que del niño o la niña y hasta de los ancianos y adolescentes porque además sabemos que siempre va a estar ahí y nadie puede sacarla de nuestra mente.

Nunca olvidaré aquel ''te quiero'', era todo tan perfecto que es inexplicable el describir como me sentía y el describir a ese ser. A partir de ahora, buscaré a ese ser por todas partes. Si me hizo sentir tan feliz debe de ser porque en realidad existe. Así que, lo buscaré. Me escaparé de este lugar si hace falta, pero lo buscaré y sé que lo encontraré.

Ya no pienso en esa estúpida caja ni en ellos, sólo pienso en ese ser y en sus mágicas palabras que me dejaron anodadada. Eso sí que era amor verdadero.

jueves, 3 de marzo de 2011


Otro día más, otro ayer más. Nada ha cambiado excepto el deseo de querer convertirme en mariposa. Si...en mariposa. Ser tan libre como ella y tan diminuta como si pareciera invisible. Tras esto me siento tan trágicamente perfecta y tan majestuosamente feliz que no sé qué pensar.

Todo deriva de aquel sueño...si, ese sueño con esa mariposa, aquella mariposa que poseía esos colores tan especiales y relucientes, aquellas alas que se movían tan rápido que las hacía casi imperceptibles.

Parecía todo tan real que hasta he llegado a creermelo. Era todo tan bonito que incluso me desperté con una sonrisa en la cara que denotaba un comportamiento ilógico en mí: era responsable, como si ese sueño le hubiera afectado de alguna manera a mi forma de ser y de ver las cosas. Está claro que ahora veo la vida de un modo más optimista y que además estoy completamente agradecida de no haberme suicidado, porque si lo hubiera hecho, nunca habría podido llegar a la conclusión de que la realidad no es la felicidad sino que la felicidad son los sueños.