Confesé.
Me llamó Rina, aquella chica extraña que conocí cuando llegué al dichoso lugar. Sólo me dijo que quería encontrarse conmigo para hablar del contenido de la caja, nada interesante. Está bastante emocionada con ello.
Conseguí averiguar de dónde procedía ese olor pero prefiero no hacerme ilusiones con ello, ahora sí que quiero pensar que estoy loca aunque sepa que no lo estoy.
Simplemente intentaré no pensar en lo ocurrido e intentaré soñar con tripas. Creo que eso es lo mejor que puedo hacer teniendo en cuenta que ya llega el fin de semana y odio los fines de semana, son tremendamente horribles.
Si me preguntaran por qué les respondería que por el hecho de ser los últimos días de la semana en los que la gente no tiene que ''trabajar'' o ''estudiar'' así que aprovecha para irse de acampada o ir a visitar a gente y es algo que odio.
En fin...siempre podré pensar que todos los días son lunes pese a que mi vida haya dado un giro radical con ese maldito olor. ¿Por qué siempre acabo acordándome de eso? ¿Es qué no puedo olvidarme de ello aunque sea por unos minutos?
Sólo se me ocurre una palabra qué decir: AGONÍA.
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