martes, 18 de enero de 2011



La habitación era oscura, aunque cualquier persona diría que era de un color rosado por la iluminación que daba esa vela que él había encendido unos minutos antes.

De repente, escuché un suspiro. No me asusté aún sabiendo que me encontraba sola en el cuarto, que me encontraba sola en ese piso, pero teniendo en cuenta que tenía la puerta totalmente cerrada y las ventanas también, no podía ser una persona lo que había suspirado así que no tenía por qué tener miedo.

Eso fue lo que pensé en ese momento. Quizá en otro, habría pensado todo lo contrario. Por ejemplo, en caso de pensar que un bebé podía ser pisoteado por su propio padre mientras éste disfruta haciéndolo. Si hubiera pensado eso en ese momento, me habría asustado.

De todas formas, eso ya no tiene importancia, lo único importante aquí es aquel olor tan desagradable que empecé a percibir de repente...primero un suspiro y después un olor desagradable, ¿qué debía pensar?

Nunca llegué a la conclusión de estar loca, de hecho, ni se me pasó por la cabeza aunque ahora es lo que piensan todos ellos. Sé lo que percibía y sé que no estoy loca, da igual lo que me digan, lo sé y punto.

Esa es mi mayor y única certeza: no estoy loca.


2 comentarios:

  1. holaa!! me encanta!! tiene una tensión interesante, qué pasará? quiénes son ellos? que misterio
    muy bueno, saludos!!

    ResponderEliminar
  2. xD
    Aún no sé responderte, Kuma jaja.
    Ya cuando vuelvan las musas, publicaré.
    =)

    ResponderEliminar