viernes, 11 de febrero de 2011


¿Para no escuchar lo que no quiero escuchar?
Sí, esa es la respuesta que me han dado esos suspiros hacia mi tercera pregunta. Entonces, ¿cuando estoy en mi cuarto estoy a salvo?

Da igual, siempre cometo el mismo fallo: seguir formulando preguntas. Debo olvidarme de todo este asunto y hacer como si nunca hubiera ocurrido nada.

Si tanta gente dice que estoy loca será porque lo estoy, ¿no?
Un momento, ¿dónde está la caja? ¡No está!

¿? No. No me preguntaré nada mas. He estado a punto pero no, no lo haré. Da igual. Si ha desaparecido será cosa del destino, algo en lo que no creo pero que en ciertos momentos lo nombro.

Buscaré la caja. Estoy segura de que la encontraré pero lo haré todo sin hacerme preguntas.

¿Qué es eso? Ahora no he podido evitar hacerme esta pregunta veo en la esquina en la que estaba la caja insectos repugnantes.

Son insectos extraños, nunca había visto algo así. Son como especies de arañas con el cuerpo alargado, algo así como una mezcla entre cucaracha y araña.

¿De dónde han salido? ¿Por qué están justo en el lugar que ocupaba la caja?

Volveré a tomar mi posición anterior e investigaré. Si, sé que soy una persona que cambia mucho de opinión pero todos tenemos defectos y ese es uno de los míos.

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