Todo se ha derrumbado excepto ese sueño. Hoy me volvieron a llevar a confesar y cuando volví ya no estaba la caja, ¡se la han llevado!
Mientras iba a confesar, entraron en mi cuarto ''las señoras de la limpieza'' y estuvieron registrando todos los cajones. Lo sé porque el conjunto de calcetines de rayas moradas y negras ha aparecido en el tercer cajón cuando yo siempre los dejo en el primero por el hecho de que el morado es mi color favorito.
Pregunté dónde se la habían llevado pero me dijeron que no habían cogido nada de mi habitación. Cada vez mi vida me recuerda más a la corrupción que existe tras los políticos y sus estúpidos debates.
En fin...no importa. Siguen sin poder robarme los sueños y la imaginación, que es lo que verdaderamente importa. Ahora lo que me aterra es lo que me puedan hacer al haberme robado la caja y su gran tesoro.
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